Existen varias versiones acerca de su fecha de
aparición. Se dice que el primer folioscopio, flipbook, cine de dedo, o cine de bolsillo se vio en 1868 y fue patentado por John Barnes Linnet con el nombre de kineógrafo («imagen en movimiento»).
En general, cuando uno quiere hablar de este objeto utiliza las manos y hace la mímica del paso
de las hojas. Porque es exactamente eso: un librito con el que se produce una sucesión de imágenes que da la sensación de estar viendo una película en miniatura. Se produce una ilusión de movimiento generada a partir de ese pasado rápido de páginas.